Me encontrarás también en...

26 de marzo de 2016

Saturación.

Estoy harta.

Siempre he sido una persona que se esfuerza en lo que hace, es algo casi innato y es que no me sale hacer las cosas porque sí, sin tomar nada de implicación en ello. Esta parte me encanta. Sin embargo, lo que no me agrada tanto es la reacción de la gente respecto a esto.

La competitividad desleal y eso de conseguir las cosas casi sin esfuerzo están a la orden del día.

Estoy harta de que pretendan pisarme, apartarme y mentirme para conseguir lo mismo que yo consigo con trabajo honesto y serio.

Estoy harta de esforzarme por cosas que me apasionan enormemente y que me dejen de gustar porque la gente que rodea estos ámbitos.

Estoy muy harta de "compañeros" o debería decir: pelotas humanas, que un día te hablan y te tratan bien y al siguiente te ignoran. Por no decir aquellos que hoy tienen conciencia y se ocupan de tus cosas más personales y mañana no te conocen.

En fin, ¡un día menos!


See you.

Despedirse nunca es fácil pero, al menos, si sabes cuánto tiempo estarás lejos se puede llevar más o menos bien. Puedes contar los días que quedan y calmar tus ansias haciendo que todo vaya más rápido. 

Sin embargo, despedirse sin saber cuánto tiempo pasará hasta volvernos a ver es demasiado complicado. No tengo idea con qué entusiasmo o cuánto apretar en un abrazo.  

Todo esto se vuelve bastante simple cuando comprendes que cada vez que te despides, por mucho que sea de un día para otro, de la mañana hasta por la tarde, nunca sabes realmente el tiempo que pasará hasta volvernos a ver. Las cosas cambian demasiado rápido. 

Aún así, el hecho de irme lejos hace que aumenten las probabilidades de no volvernos a ver. Sin embargo, dejan bastante claro todo el entusiasmo que pondré y lo fuerte que te abrazaré la próxima vez. 

Voy a parar de pensar con números en mi cabeza, dejar las estadísticas atrás y dejar que pase lo que tiene que pasar porque eso; tenía que pasar.